Veronica Smink
BBC Mundo, Cono Sur
Bolivia dice haber reducido el número de analfabetos al 3% aproximadamente.
Bolivia es uno de los países más pobres de América Latina, pero este sábado cumplirá un logro que no han alcanzado ni Brasil, ni México, ni Argentina, las tres primeras economías de la región: declararse libre de analfabetismo.
Con este anuncio -que aún debe ser verificado por organismos internacionales- el país se suma a Cuba y Venezuela, las únicas otras naciones latinoamericanas que también se declararon libres de iletrados en 1961 y 2005, respectivamente.
Y fue justamente la experiencia y la ayuda de estos dos países lo que hizo posible que Bolivia esté festejando este hito.
Gracias a un acuerdo de cooperación, el gobierno cubano facilitó a las autoridades bolivianas su método de alfabetización audiovisual, conocido por el lema "Yo Sí Puedo".
El sistema funciona a través de la utilización de cintas de video, en las que profesores enseñan a leer y escribir.
Cuba no sólo ayudó con su experiencia, sino que donó al gobierno de Evo Morales 30.000 televisores, 30.000 reproductores de video y 30.000 cintas de grabación, para implementar el método de enseñanza.
Por su parte Venezuela aportó más de 8.000 paneles solares para que el programa también pudiera alcanzar a las comunidades campesinas, donde los niveles de analfabetismo son más altos, y donde en muchos casos no hay energía eléctrica.
Bolivia contó con la ayuda de Cuba y Venezuela en la lucha contra el analfabetismo.
Una larga tarea
Tras 33 meses de campaña, la iniciativa logró enseñar a leer y escribir a unos 827.000 bolivianos, según cifras del ministerio de Educación y Cultura de Bolivia.
Con ese logro, el país habría reducido su tasa de analfabetos a alrededor del 3%, cifra suficiente para declarar al país libre de iletrados.
El director regional de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Edouard Matoko, quien viajó este sábado a la región de Cochabamba donde se llevan a cabo los festejos por el anuncio, explicó a BBC Mundo que el proceso de verificación puede durar alrededor de un año.
A pesar de que los datos aún no han sido certificados, el funcionario explicó que su viaje obedecía a un reconocimiento por parte del organismo de la ONU a "los esfuerzos del gobierno de Evo Morales y los avances logrados por el país".
Contradicciones
Aprender a leer y escribir es un derecho, pero también estimula, motiva la dignidad personal y emotiva. Cuando uno adquiere su derecho, accede a mejores opciones de vida, mejores ingresos económicos
Benito Ayma
Para algunos puede llegar a sonar contradictorio que un país con altas tasas de pobreza tenga muy bajas tasas de iletrados.
Sin embargo, para Edouard Matoko, el caso de Bolivia es prueba de que no hace falta ser rico para luchar contra el analfabetismo.
"Depende de dónde se ponga la prioridad y los recursos", afirmó a este medio.
Por su parte, el director nacional del programa de alfabetización de Bolivia, Benito Ayma, fue más allá, afirmando que para él el alfabetismo es un primer paso para poder salir de la pobreza y combatir otros males.
"Aprender a leer y escribir es un derecho, pero también estimula, motiva la dignidad personal y emotiva. Cuando uno adquiere su derecho, accede a mejores opciones de vida, mejores ingresos económicos", afirmó ante BBC Mundo.
Ayma consideró además que muchos de quienes participaron de este proceso de alfabetización llegarán a formarse como profesionales.
Controversia
Lo que hemos recibido de Cuba y Venezuela es cooperación en apoyo logístico, asesoramiento pedagógico y capacitación, pero los facilitadores, supervisores, quienes llevaban a cabo la enseñanza, eran totalmente bolivianos
Benito Ayma
El funcionario, máximo responsable del programa lanzado por el gobierno de Evo Morales, también desmintió a quienes afirman que el proceso de alfabetización fue llevado a cabo por cubanos y venezolanos.
"No es así", sentenció. "Lo que hemos recibido de Cuba y Venezuela es cooperación en apoyo logístico, asesoramiento pedagógico y capacitación, pero los facilitadores, supervisores, quienes llevaban a cabo la enseñanza, eran totalmente bolivianos".
Según Ayma, trabajaron más de 50.000 voluntarios bolivianos en el proyecto, lo cual explica su éxito.
El responsable de esta iniciativa también cree que la campaña "Yo Sí Puedo", sirvió para unificar a Bolivia:
"Ha sido un conjunto de personas que ha movido el país en forma transversal, del occidente al oriente, del sur al norte, hasta los últimos rincones del país, durante 33 meses de trabajo esforzado, dinámico, organizado, y en forma orgánica y también armónica".
A comienzos de 2009, se lanzará la etapa de "post alfabetización", que buscará mantener los logros alcanzados hasta hoy.